Aunque no resulta muy frecuente, hasta un 30% de pacientes COVID19 internados en sala pueden presentar arritmias cardiacas supra y/o ventriculares, pero es escasa la información acerca de su evolución en recuperados o contrariamente, un deterioro en los meses siguientes probablemente por interacción con disfunción ventricular y/o drogas antiCOVID19
El
interrogante acerca de la evolución de pacientes pos COVID severos recuperados
podrían cursar con disfunción ventricular y arritmias, reviste un impacto
clínico y pronóstico para la práctica diaria.
Se
incluyeron 236 pacientes adultos comparados con controles. Se configuró un
subestudio con un diseño de caso y controles (estudio multicéntrico PROLUN). Tanto los datos
antropométricos, clínicos (disnea-fatiga), electrocardiográficos (arritmias
significativas por Holter) y ecocardiográficos Doppler con strain, fueron
registrados con un seguimiento hasta los 3 meses, con una media de 102 días (70-172).
En
un análisis de regresión múltiple los principales resultados primarios fueron: Disfunción
ventricular derecha con deterioro leve del strain VD y TAPSE y carga arrítmica ventricular
incrementada, que no ha sido reportada en estudios previos de pacientes que han
padecido COVID19. También en pacientes pos COVID19 hubo leve disminución de la
función VI, con un índice de volumen de fin de diástole disminuido
(probablemente secundario a reducción en la captación de pico 02 por
desacondicionamiento a través del tiempo).
Taquicardia
ventricular no sostenida fue observada en un 5%, también hubo ectopia
ventricular (>5xHora / > 200x24hs.) en un 18% asociados a una modesta
correlación significativa con NT-proBNP y TnI hasta los 3 meses de seguimiento.
(posiblemente esto refleja un daño miocárdico y/o perimiocarditis con
microescaras que pueden gatillar arritmias)
Aunque
la disnea persistente y la fatiga fueron frecuentes, no estuvieron asociadas significativamente
a disfunción ventricular; ambas podrían explicarse por la baja capacidad de
ejercicio secundaria a la presencia de obesidad y baja eficiencia ventilatoria.
Las
principales limitaciones de este estudio fueron: El strain VD y VI no fue
realizado en un 20% lo que puede afectar la hipótesis de trabajo esperada,
sumado al escaso aporte de pacientes de algunos centros. No se pudo confirmar
presencia/ausencia de enfermedad cardiovascular preexistente ya que estos datos
fueron autoreportados con cuestionarios, lo mismo ocurrió con la
presencia/ausencia de disnea y fatiga.
A los 3 meses pos COVID-19, los pacientes tenían una función VD levemente alterada, una función diastólica reducida y una función VI sistólica conservada. Las ectopias ventriculares y la TVNS fueron comunes, pero se desconoce su significado clínico pos COVID19. La disnea persistente o la fatiga no estuvieron asociadas significativamente con la función cardíaca y probablemente relacionadas con fisiología pulmonar alterada. (Ingul y cols. J Am Heart Assoc 2022)
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