En un estudio observacional prospectivo fueron evaluados con strain longitudinal 100 pacientes no consecutivos pos-COVID19 leve y con edad media de 47 años, comparados con controles sanos admitidos entre enero-febrero de 2021 y con un seguimiento promedio de 130 días.
Entre
pacientes pos-COVID19 se observó un descenso del strain longitudinal principalmente
para los segmentos VI basales, septales e inferior (16,48 ± 5,41%) en comparación con el grupo
control (19,09 ± 4,31%). Es posible un aumento de susceptibilidad en regiones miocárdicas
basales secundario al gatillo inflamatorio infeccioso. El compromiso con
anormalidades en la deformación miocárdica podría persistir mas allá de la
resolución de la clínica, incluso ante la presencia de función ventricular
izquierda normal.
Estos
hallazgos sugieren que el strain longitudinal podría funcionar como una “biopsia
digital” en contexto de su buena correlación con el infiltrado linfocítico de
la biopsia endomiocárdica y con la cuantificación de edema por resonancia
cardíaca. (Caiado y cols. Journal of Echocard)
Definición de caso
clínico como pos-COVID-19: (OMS set-2021)
La
afección posterior al COVID-19 ocurre en personas con antecedentes de infección
probable o confirmada por SARS-CoV-2, generalmente 3 meses desde el inicio del
COVID-19 con síntomas que duran al menos 2 meses y no pueden explicarse con un
diagnóstico alternativo.
Los
síntomas comunes incluyen fatiga, dificultad para respirar, disfunción
cognitiva, pero también otros que generalmente tienen un impacto en el
funcionamiento diario. Los síntomas pueden ser de nueva aparición, luego de la
recuperación inicial de un episodio agudo de COVID19, o persistir desde la
enfermedad inicial. Los síntomas también pueden fluctuar o recaída con el tiempo.
Es posible que se aplique una definición separada para los niños. (WHO-TEAM)