Algunos indicios sugieren un 30-40% de prevalencia
de enfermedad CV o cerebro vascular como antecedentes en pacientes COVD19 y recientes
informes indican que las complicaciones cardíacas se pueden observar en un 20-25%
de pacientes COVID-19 hospitalizados y pueden estar asociadas con una mayor
mortalidad. (Zhou F y cols. Clinical course and risk factors for mortality of
adult inpatients with COVID-19 in Wuhan, China: a retrospective cohort study.
Lancet. 2020; 395:1054-1062.) (Guo T y cols. Cardiovascular Implications of
Fatal Outcomes of Patients With Coronavirus Disease 2019 (COVID-19). JAMA
Cardiol. March 27, 2020; doi:10.1001/jamacardio.2020.1017).
Los cambios en el electrocardiograma deben ser
identificados en lo posible como agudo o crónicos. En pacientes asintomáticos (ambulatorios
– hospitalizados) con trastornos en el ST-T con rectificación del ST y T
negativas asociadas y con larga historia de HTA pueden ser secundarios a hipertrofia
ventricular izquierda. Ante la presentación clínica dudosa o cambios evolutivos
de parámetros hemodinámicos será necesario solicitar biomarcadores de isquemia o
lesión miocárdica; aunque una troponina anormal no debe considerarse evidencia
de IAM sin el resto de estudios citados. Esto debe considerase dado el
solapamiento sintomático entre COVID19 y síndromes coronarios derivando posiblemente
en un infradiagnostico.
Frente al deterioro clínico / respiratorio / cardíaco-hemodinámico
+ cambios ECG + hsTnT / I (marcado aumento
correlaciona con mortalidad) + BNP; si se espera algún cambio evolutivo favorable
del paciente el ecocardiograma Doppler portátil puede ser apropiado para aportar
información en modo focalizado -POCUS- sobre la función VI diámetros y volúmenes
(VD-VI) para evaluar severidad de lesión miocárdica o agravamiento de un cuadro
de insuficiencia cardiaca. Con observancia en reducir el factor tiempo (tiempo
es musculo) y que la ecografía es un pilar en imágenes es necesario recordar el
ecocardiograma transtorácico presenta dificultad en obtener imágenes adecuadas
en caso de pacientes con obesidad, extrema delgadez, EPOC, anomalías torácicas congénita.
Con menor incidencia es posible detectar deterioro
súbito de parámetros hemodinámicos: Hipotensión arterial, signos de falla
ventricular derecha, trastornos electrocardiográficos, hipoxemia severa,
trastornos del sensorio. Aunque con algunas observaciones metodológicas, un
grupo de investigadores de Israel comunicó que en el grupo de pacientes con
signos de deterioro hemodinámico (6%) el hallazgo de dilatación con o sin
disfunción ventricular derecha con deterioro de la Fey der. con mayor
frecuencia que la Fey izq. El compromiso derecho podría ser secundario a un
aumento en el tiempo de aceleración del flujo pulmonar y consecuentemente de la
resistencia vascular pulmonar, probablemente asociado a microtrombosis pulmonar
-RITAC. (Szekely y cols.https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/CIRCULATIONAHA.120.047971)
Es posible la presentación de pacientes adultos con anomalías
cardíacas congénitas. Las indicaciones de ecocardiograma Doppler en CC de
adultos requiere un interrogatorio preciso ya que es muy amplia la
heterogenidad de anormalidades que pueden presentarse con o sin correcciones. Las
CC de pacientes adultos y estables serán reprogramadas. Requieren especial atención
pacientes con cardiopatías cianóticas complejas, corazón univentricular, valvulopatías
severas o hipertensión pulmonar Tipo I-II, arritmias o insuficiencia cardiaca
con dilatación / disfunción ventricular derecha severa independientemente del
defecto cardiaco congénito. Otras como tetralogía de Fallot o transposición de
grandes arterias operados y hemodinámicamente estables presentan bajo riesgo. (Adult congenital heart disease and COVID-19)
Posición de ASE
Sobre Protección de los Pacientes y Prestadores de Servicios de Ecocardiografía
durante el Brote de Coronavirus del 2019. https://www.sac.org.ar/consejos-cientificos/recomendaciones-rcp-covid-19/