Aunque la mayoría de los pacientes recuperados que presentaron disfunción ventricular evolucionan con remodelado ventricular reverso (VI/VD), hasta un 29% de los pacientes pos covid-19 que presentaron anormalidades en el ecocardiograma transtorácico basal presentaron remodelado adverso del VD y del VI hasta los 90 días, aún con biomarcadores normalizados. (Moody W y cols - JASE).
Ante
pacientes recuperados (entre 15-90 días pos-COVID-19) con persistencia de síntomas
o no y con sospecha de anormalidades en la función ventricular es importante
explorar anormalidades de la motilidad de pared ventricular segmentarias y/o
globales del VD o nuevas del VI, por sospecha de injuria (daño) miocárdica
debido a varios mecanismos: IAM tipo I o II, vasculitis con o sin trombos-microtrombos
o derrame pericárdico, estrés agudo / estado de hiperadrenergia y/o estado proinflamatorio.
Pueden
presentarse hallazgos en la función VI-VD inexplicables no atribuibles a diagnósticos
alternativos, incluso en individuos aparentemente asintomáticos y sin
antecedentes patológicos. Ante la ausencia de descripción de un fenotipo
ecocardiográfico característico, en todos los casos es necesario escanear
información para confirmar/descartar la presencia de disfunción ventricular / insuficiencia
cardíaca izquierda o derecha, derrame pericárdico, miocardiopatía por estrés y
presencia de trombos intracavitarios.
Rol
de las imágenes en el seguimiento de pacientes COVID19 recuperados. (Goerlich E y cols. Current Cardiology
Report)